Capítulo IV
Videollamada a cuatro
Apenas a amanecido, el despertador no para de sonar y en mi reloj solo marcan las 6pm. Desde siempre recuerdo levantarme muy temprano, creo que es algo que me ha inculcado mi padre desde muy pequeña, con los años y con mi oficio reconozco que tengo que agradecérselo.
Lo primero que hago cada mañana cuando me levanto, siempre y cuando no tenga turno en el hospital es una buena sesión de yoga antes de desayunar, reconozco que comenzar el día así es super enriquecedor. El yoga fue un gran descubrimiento en mi vida, recuerdo que di con él, hace aproximadamente unos 6 años, me lo recomendó mi psicólogo después de haber sufrido un ataque de ansiedad muy grande y he de decir que hoy en día no lo cambio por nada, por ello me gusta practicarlo desde bien temprano, aprovechando que el resto de la familia aún está durmiendo.
Una vez terminada mi rutina comienzo a preparar los desayunos y los almuerzos de mis hijos ya que aquí los colegios de Oslo las jornadas pueden llegar a ser agotadoras. El último en levantarse es mi marido Lucas odia madrugar, la verdad que su trabajo se lo permite ya que el trabaja en casa en su despacho. Una vez que mis hijos adolescentes han terminado su rutina mañanera y así emprender el camino al colegio, ya solo quedamos Lucas y yo. He de decir que a ambos nos gusta disfrutar del café con absoluto silencio, pero en esta vez era diferente.
En tan solo 10 segundos nuestros teléfonos no pararon de sonar, nuestras pantallas principales mostraban tres mensajes de Happycouple dándonos los buenos días, la verdad que el día comenzaba muy bien. Lucas y yo nos miramos y la verdad que no hizo falta decir nada. Uno de los mensajes era un video de la pareja practicando sexo en la terraza de su casa.
- ¡Madre mía menudo video!
En ese momento un enorme calentón recorrió todo mi cuerpo, solo había una manera de apagarlo y Lucas lo sabía. Así que ambos nos dirigimos a nuestro cuarto, con la intención de ducharnos juntos, la verdad que era algo que no solíamos practicar, sobre todo desde que fuimos padres, exceptuando el día que disfrutamos de aquel maravilloso baño hace apenas unos meses y que todavía recuerdo.
Los dos procedimos a desnudarnos, en ese instante se nos ocurrió hacer algo diferente que sabíamos que a nuestra parejita holandesa les iba a encantar así que cogimos el teléfono de mi marido y abrimos nuevamente LUXXU, ambos queríamos probar las múltiples herramientas que nos ofrecía la app. El apartado de videollamadas nos parecía una buena idea para comenzar así que no lo dudamos ni un segundo, los dos queríamos mandarles un mensaje incitándolos a realizar dicha fechoría, ellos evidentemente accedieron en todo momento. La verdad que lucas, se encargó de que el ambiente fuese acogedor así que una vez sin ropa y con nuestra parejita al otro lado del teléfono procedimos a besarnos, primero muy lentamente, pero a medida que pasaban los minutos fuimos subiendo la intensidad de aquellos besos. Yo me encargué que el teléfono quedase colocado estratégicamente para que Happycouple no se perdiese nada de aquella videollamada a cuatro. Poco a poco nos fuimos introduciendo dentro de la ducha. Los chorros que caían de la alcachofa y que resbalaban por nuestro cuerpo daban más intensidad a la escena, mi marido no podía parar de acariciarme y yo no quería que parase, así que, si más me dispuse a bajar lentamente por su torso hasta llegar a su entrepierna, he de decir que Lucas siempre fue una persona muy bien dotada y si a todo esto le añadimos la fogosidad del momento pues ya tenemos la combinación perfecta. Sin más preámbulos comencé a lamer sus partes de una manera muy sutil y pausada, deleitándonos con la delicadeza que se merecía la ocasión, centrando mi mirada únicamente entre sus partes y su cara de excitación. Fue ahí cuando me levantó del suelo fugazmente me dio la vuelta e introdujo su voluptuoso miembro dentro de mí. Los gemidos que producía mi desgarradora garganta eran cada vez más y más fuertes. Mientras tanto al otro lado del teléfono nuestra parejita no paraba de contemplar nuestra espectacular escena, como si de una película porno se tratara yo no podía dejar de mirar a la cámara. Lucas entre tanto tocaba mi clítoris para sentir más placer todavía, fue entonces cuando llegué a la cumbre con un insólito orgasmo. Evidentemente Lucas decidió acompañarme complaciendo a nuestros espectadores con una eyaculación que solo yo podía sentir.
Fue ahí cuando sin esperármelo y apunto de salir de la ducha suena mi teléfono, era una notificación de LUXXU. Automáticamente procedí a abrirla, el nombre había captado toda mi atención Avi se llamaba en la aplicación y en su descripción;
¡¡ chica sola en busca de nuevos comienzos con o sin compañía, ya que las Unicornio somos únicas y difíciles de encontrar!!!
Continuará…
www.luxxuapp.com