WOLF: RELATO #14 “FUSIONADOS”

[…] A medida que avanzaba la noche, la lujuria y el desenfreno hacían acto de presencia e inundaban poco a poco los comportamientos de los allí presentes. Era como si la sala estuviera bendecida por el mismísimo marqués de Sade. De repente una chica que estaba bailando a nuestro lado se pone en cuclillas y comienza a practicarle una tímida felación a su “partner”, al cabo del poco rato desaparecerían en las profundidades del local. Las parejas se mezclaban bailando y metiéndose mano sutilmente, y es que parecía que la gente se conocía de muchos vicios atrás. De repente siento como unas manos tapan mis ojos y empiezan a bailar conmigo. Yo me dejo llevar por la música y siento como un cuerpo femenino se aprieta contra mi espalda contoneándose al unísono conmigo. Supongo que es Maya, pero no lo puedo asegurar porque apenas la conocía. Sus manos empiezan a bajar por mi cuello, mi cintura, me acaricia sutilmente los laterales del pecho, y todo mientras seguimos bailando al ritmo de la música. Por la cara de atónito de Wolf entiendo que le está pareciendo divertido, incluso me atrevería a decir que algo morboso.  Por fin Maya decide ponerse al lado y puedo corroborar que efectivamente es ella. Sonríe y me dice: “pensé que no te atreverías a venir”.  A lo que le contesté “no me conoces querida jovenzuela”.  Por otra parte, notaba los ojos clavados de Wolf, como diciendo: “no me vas a presentar a ese bellezón de tu amiga”. Por su cara diría que estaba ansioso, incluso apuesto que algo excitado como el mismísimo rey de la selva que sabe que va a satisfacer a sus dos cachorras. Les presento y Maya nos coge a ambos por nuestras cinturas y nos dice con voz alocada: “¿verdad que hemos venido a divertirnos?” Nosotros asentimos y nos planta un morreo a cada uno y nos dice que su chico está en una fiesta privada más adentro. Menos mal que Wolf toma la iniciativa y se va a la barra a pedirnos 3 copas. Maya disiente, pero nosotros sí necesitamos dos gins más en vena para ir calentando revoluciones. La luz de la sala cada vez es más tenue y veo muchas chicas con tops o directamente casi con el pecho medio descubierto. El local se iba transformando poco a poco en carne lujuriosa a punto de ser consumida. Mientras Wolf va a por las copas, Maya se pone a bailar conmigo, me desabrocha un botón de mi blusa y me la saca por fuera de la minifalda que llevo. Sus manos se pierden por mi torso. ¡Cómo me está excitando esta mujer por favor! Se pone a bailar conmigo rodeándome con sus brazos, se contonea y junta su cuerpo contra el mío. Puedo notar sus pechos duros contra los míos. Su tacto es exquisito. Acerca su cara a la mía y me dice: “llevo todo el día pensando en ti, y quiero follarte”. Me coge de la mano y tira de mi hacia dentro. Le pregunto por Wolf, y me dice no me preocupe que estará bien acompañado y además que no vamos a tardar mucho...

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(wolfrelatos.com)